(Entrevista publicada por "LA RAZÓN", el
día 5 de agosto de 2011).
Ramiro Serrano es presentador de En boca de todos de RTP. Regresó a la pantalla y asegura que está contento con lo que tiene. Padre amante de su hijo, Ramiro dejó pasar una gran oportunidad para verlo crecer.
— ¿Cómo se animó a regresar a la televisión?— Contento y feliz porque volví a la televisión con mi familia, Giovanna y Beto Barragán. Este último tiene otros proyectos, pero siempre está apoyándonos. Estoy trabajando con mucho entusiasmo.
— ¿De cuánto tiempo regresa a la televisión y por qué lo hace?
— Luego de dos años, lo último que hice fue el Laberinto. Volví porque Giovanna tenía este proyecto desde hace tiempo, pero por una y otra cosa no se podía hacer. Yo ni pensaba volver a la pantalla chica, pero lo hago porque se trata de gente como Giovanna.
— ¿Cree que esta producción compita con las de otras redes?
— Queremos ser una alternativa. El programa comenzó como un pequeño club, pero ahora hay más gente y no queremos competir con monstruos como Tinelli o las producciones nacionales, sólo ser una nueva alternativa de diversión.
— ¿Cómo inició su carrera en los medios?
— Comencé a los 13 años, en radio Fides. Ayudaba en las producciones y me quedé en la emisora hasta el año 1996, cuando ya tenía mi programa. Luego pasé a la televisión con programas de humor con Andrés Rojas y Toto Aparicio. Esta boca es mía, El de la tele... son experiencias televisivas que me han dado grandes satisfacciones.
— ¿Estudió actuación?
— Yo nací con este don. Desde pequeño hacía imitaciones de mis parientes y gracias a las enseñanzas que David Santalla y Cacho Mendieta me inculcaban en el escenario, aprendí lo que sé como actor.
— ¿Trabajó en doblaje?
— Sí, trabajé para televisoras internacionales y me invitaron para irme a México porque la empresa trabajaba con Televisa y querían hacer el doblaje de Los Simpson, pero yo no tenía intenciones de salir de mi país porque tengo un hijo y que en esa época tenía siete años; ahora tiene 20.
— Ahora que su hijo es grande, ¿se iría?
— Creo que sí. Mi hijo ya es independiente y si me ofrecen una oportunidad así, la pensaría. Pero tiene que ser una interesante oferta como para cambiar de residencia.
— ¿Diría que se puede vivir de comediante?
— Yo aún no me he muerto (sonríe) y yo siempre trabajo para que la gente reconozca nuestra labor. Estoy orgulloso de lo que hacemos y siempre me rodeo de gente que tiene talento. No me puedo quejar, soy feliz y siempre he hecho lo que he amado, nunca hice algo que no quisiera por dinero. Es lo importante, nunca venderse.
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